Miguel Ángel Moreno tiene un largo historial de graves denuncias. Sin ir más lejos, en mayo de 2021 fue acusado de agresión y intento de violación a un niño de 11 años en la escala. Según relataron los medios de comunicación, el criminal vio al niño mientras iba a la escuela solo en bicicleta.
Entonces, le persiguió con la intención de violarle y afortunadamente no lo logró gracias a un vecino de la zona, que lo vio e intervino para hacerle huir. Eso sí, la víctima fue agredida físicamente. Incluso le rompió un diente y tuvo que ser atendido por los servicios médicos mientras buscaban al agresor.
Una vez que llegaron las autoridades, el niño testificó que el agresor tenía una apariencia parecida a la de Nelson Mandela. Gracias a su información, la policía logró encontrarlo y llevarlo a juicio. El juzgado de Figueres le comunicó recientemente su procesamiento por agresión sexual a un menor.
Hallado muerto en su celda
Además de la pena de cárcel se le impuso una indemnización de más de 22.000 euros. Como no tenía esa cantidad para pagarla, le habían tenido que embargar. Además de eso, había sido encarcelado y ha estado cumpliendo condena durante este año y medio hasta que lo han encontrado muerto.
El pasado viernes, 16 de diciembre, fue hallado muerto en prisión. Por lo que se sabe, se colgó con un cordel de litera en su propia celda. No hay constancia de que fuera un suicidio, ya que no dejó nota alguna, pero la investigación apunta a que fue él mismo quien decidió quitarse la vida.
Sin embargo, era un preso que no tenía muy buenas relaciones en la cárcel y que tenía un largo historial de criminalidad. Y es que se le había llegado a acusar de homicida, de pistolero y de maltratador. Hay una investigación abierta para descartar cualquier indicio de criminalidad en la muerte.
Amplio historial criminal
Además de esa brutal agresión a un menor de edad, el criminal había pasado en varias ocasiones a disposición judicial. De hecho, en 2004 se le procesó por la muerte de Edit Leke, una chica de Camerún. La mujer fue encontrada muerta en el río Segre, en Fontanals de Cerdanya, provincia de Lleida.
Tras su detención, pasó dos años en prisión, pero finalmente la audiencia se creyó sus declaraciones y le dejaron en libertad un año después del juicio. Argumentó que cuando encontró a la chica, ya estaba muerta y que él sólo la había echado al río. Por eso, sólo se le podía imputar por homicidio imprudente.
Además, se le condenó también a tres años de cárcel por la agresión a la pareja de Leke y a medio año más por la agresión a la víctima. En total, fueron 5 años los que pasó en prisión. Sin embargo, su historial no acaba aquí y sigue con nuevas fechorías hasta el ataque sexual al niño que le llevó a la cárcel.
Intentó matar a su padre
Al salir de la cárcel apareció en Lladó, provincia de Girona, pueblo donde empezó a asustar a la gente. Y es que se paseaba armado por las calles, hacía amenazas y destrozaba coches. Por esta razón, se le detuvo y se le vetó la entrada al pueblo, pero hizo caso omiso de la sentencia y regresó.
Se le acusó en este caso de desobediencia y tenencia de armas, ya que llevaba un revólver. En el 2013 intentó asfixiar a su padre con una almohada, además de golpear a su madre. «Toda la vida he querido matarle, porque él también me ha deseado la muerte desde pequeño, me maltrató y me agredió", dijo.
El fiscal pedía 16 años de cárcel, pero como finalmente desistió de la idea del asesinato, le condenaron sólo a 1 año y 10 meses por los malos tratos. El hombre cumplía condena en la cárcel donde presuntamente se ha suicidado. Instituciones penitenciarias ha abierto una investigación.
NOVEDAD WHATSAPP: Pincha aquí para recibir GRATIS los sucesos de España en WhatsApp