El día de ayer, 8 de enero, se detectó un macabro hallazgo en la playa de Marbella, y es que identificaron un cuerpo sin manos ni cabeza flotando en el agua. La primera investigación ha identificado el cadáver como el de una mujer.
Los restos mortales fueron arrastrados por las olas, hasta acabar en la orilla cerca del restaurante Club 200, situado en la playa de Las Cañas. A unos 11km del casco urbano de Marbella.
Un comensal del restaurante dio la voz de alarma
Un cliente del propio restaurante fue la primera persona que avistó el cadáver y avisó a las autoridades. El Centro Inteligente de Mando, Comunicación y Control del 091 (Cimacc), recibió la alerta sobre las 17 horas del pasado domingo.
Primeramente, muchas personas allí presentes pensaban que era una persona que se estaba ahogando y quisieron entrar al agua para rescatarla. No obstante, los agentes de seguridad decidieron que lo mejor era esperar a que el cadáver acabe recalando en la arena.
Varios vehículos de Policía Nacional se acercaron hasta el lugar de los hechos, donde encontraron el cuerpo de una mujer de unos 30 años, sin cabeza ni manos. Más tarde, las autoridades precintaron la zona para que nadie pueda entrar.
Posteriormente, procedieron al levantamiento del cadáver, que será trasladado al Instituto de Medicina Legal de Málaga. Ahora, es la Guardia Civil la que se ha hecho cargo de la investigación para intentar conocer todos los detalles del triste suceso.
No hay nada descartado, por el momento
De momento, las Fuerzas del Estado no han querido descartar ninguna posibilidad sobre lo que ha podido ocurrir. Se esperan obtener más datos y con ellos, llegar a una conclusión.
En Málaga, ya se vivió un episodio muy parecido durante la primavera del año pasado. Y es que un senderista encontró otro cadáver sin cabeza, manos ni genitales a las afueras de un municipio andaluz, cerca de la autovía A-92.
En ese suceso, todo apuntaba a que era un ajuste de cuentas entre organizaciones de narcotraficantes asentadas en la Costa del Sol. Parece que arrojaron el cuerpo en un lugar cualquiera, el mismo motivo por el que el cuerpo de la mujer de 30 años acabó en la orilla de la playa.
Identificar un cadáver sin cabeza ni manos resulta francamente complicado para los agentes de seguridad, ya que las huellas dactilares harían que el trabajo sea mucho más sencillo. Ante esta dificultad, lo más probable es que se realice una prueba de ADN, aunque no hay nada confirmado todavía.
Lo que si resulta extraño, es que la mujer podría llevar muerta entre 24 y 36 horas, y no ha habido ninguna denuncia por desaparición. Veremos si en las próximas horas las autoridades dan nuevos detalles.
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