Angélica Arce, una mujer de 29 años, alquiló junto a sus hermanos una vivienda a través de la plataforma de reservas Booking. Se desplazaron desde Tijuana con sus dos hermanos Andrea y Marco, de 25 y 17 años.
Allí, Angélica falleció a causa de inhalar monóxido de carbono dentro del domicilio, ocasionado por una fuga. Sucedió en la Ciudad de México.
Viajaron para asistir a una carrera de la Fórmula 1. Según explica su madre Gloria Ojeda, sus hijos llevaban ahorrando todo el año para poder disfrutar de la competición. Los hermanos llegaron al piso el viernes 28 de octubre.
“En un segundo, en un abrir y cerrar de ojos, se te va todo”, lamentaba la madre. Esa misma noche sintieron síntomas. Pasaron una mala noche según cuenta la madre.
Le explicaron que Angélica sentía el cuerpo muy débil, y que le costaba mucho mantenerse en pie. Marcos, por su parte, incluso había llegado a vomitar. Los hermanos se dirigieron a una farmacia.
Allí les diagnosticaron un problema de estómago y que todo se podía deber a la larga exposición al sol del día anterior. Ese día fueron al circuito de carreras a ver las Prácticas Libres de la Fórmula 1. El farmacéutico les recetó medicinas y les aconsejó que se mantuvieran hidratados.
La jornada del sábado la pasaron asistiendo a la clasificación de la carrera. Al día siguiente se celebraría el Gran Premio y estaban ansiosos por que llegara el momento. Su estado había mejorado, puesto que llevaban muchas horas sin estar dentro de la vivienda.
La tragedia ocurría la noche del sábado
Regresar al piso por la noche fue su perdición. La mediana de los tres hermanos, Andrea, manifestó que le dolía la cabeza y se retiró a darse un baño. Un rato después, se fue a dormir.
Marco, el pequeño, se levantó en mitad de la noche para ir al lavabo. Se sintió aturdido, algo que el menor atribuyó al sueño.
Desgraciadamente, a la mañana siguiente oyó los gritos de su hermana Andrea, quien chillaba que no era capaz de alzarse de la cama. Después de ayudarla a levantarse, Marco se encaminó a la habitación de su hermana mayor Angélica. Sin embargo, cuando llegó a la estancia, la encontró colocada boca abajo en el colchón.
Ante tal situación, intentó sacudirla y llamarla sin éxito. Angélica tenía los labios morados. Cuando llegó el personal de urgencias médicas ya era demasiado tarde porque la mujer había fallecido.
Los otros dos hermanos fueron llevados al hospital. Allí les realizaron un examen toxicológico y afirmaron que ambos tenían niveles altos de carboxihemoglobina.
Esto es la mezcla del monóxido de carbono con la hemoglobina de los glóbulos rojos. En cuestión de horas ambos podrían haber sufrido la misma mala suerte que su hermana fallecida.
Por su parte, la única medida que ha llevado a cabo Booking ha sido ofrecer un cupón de descuento a la familia para cuando quieran volver a hacer uso de la plataforma.
Cecilia Rodríguez, quien es la abogada de la familia, se encuentra preparando una demanda tanto al propietario del piso como a Booking. El accidente fue originado por una mala instalación del calentador de agua.
La abogada añade que “también pudo haberse evitado con un detector de monóxido de carbono”. Lo que reclama a Booking es la falta de filtros de la plataforma a la hora de aceptar cualquier inmueble como válido.
Paralelamente a la muerte de Angélica por intoxicación, ocurría el mismo suceso en otra vivienda. Tres estadounidenses perdieron la vida por el mismo motivo, esta vez en una casa alquilada a través de Airbnb.
Estos recientes casos hacen patente la necesidad de una mayor regularización de las plataformas, así como un mayor control de los hospedajes. Resulta urgente una ley que regule este negocio y que obligue a cumplir unas medidas de seguridad.
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