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Montaje con foto del fallecido

Ángel, el español fallecido tras un partido de su equipo del alma: ‘murió feliz’

Sufrió un infarto en las inmediaciones del Carlos Tartiere tras el encuentro entre el Oviedo y el Andorra

La familia del Real Oviedo llora la muerte de Ángel Serrano Soto, el aficionado que murió el pasado lunes en las inmediaciones del estadio. El hombre, de 65 años, sufrió un infarto al término del partido entre el Oviedo y el Andorra. Trataron de reanimarlo durante más de media hora, sin éxito.

Ángel había acudido al estadio Carlos Tartiere para presenciar el partido del equipo de sus amores, el Real Oviedo. Una vez concluido el encuentro, pasadas las nueve de la noche, se desplomó en el suelo. El Oviedo y el Gijón lamentaron públicamente la pérdida de este aficionado oviedista.

Las redes sociales también se inundaron de mensajes de ánimo para los allegados. En una entrevista para el diario La Nueva España, la hija del fallecido ha explicado la historia de amor entre su padre y el Oviedo. A Jenny le queda el consuelo de que su padre se fue vistiendo la camiseta azul.

Iba a todos los entrenamientos

Por tradición familiar, Ángel Serrano Soto tendría que haber desarrollado la pasión por los colores del Barcelona. Nació en Ponferrada en el seno de una familia barcelonista, pero el trabajo de su padre le llevó de bien pequeño a Asturias. Allí creció y vivió toda la vida, y allí nació su pasión por el Oviedo.

Foto del estadio Carlos Tartiere
La familia oviedista está de luto por la muerte del abonado | Real Oviedo

En Asturias cultivó el amor por esa tierra, de forma que con los años ya se sentía más asturiano que castellanoleonés. Allí conoció a la que sería la mujer de su vida, su mujer María José. Un amor que compartía con su gran pasión en la vida, el fútbol, y la afición por los colores del Oviedo.

Su amor por el Real Oviedo era tan fuerte que incluso se convirtió en un habitual de los entrenamientos del equipo. Cuando nació su nieto Oliver tuvo claro que sería uno más de la familia azul, y lo llevó a conocer a los jugadores. “El primer regalo que le hizo fue un peluche del Oviedo, más grande que él”, recuerda Jenny.

Una extraña coincidencia

Ángel Serrano, al que todos llamaban Gelu, era un enamorado del fútbol más allá de su devoción por el club oviedista. Tanto es así, que anotaba en una libreta todos los resultados de Primera y Segunda División. A lo largo de los años acumuló decenas de libretas con todos los resultados. 

Ángel no se perdía ni un detalle de la jornada futbolera, y anotaba con disciplina todos los goles y los goleadores. Guardaba recortes de noticias, especialmente las que hablaban del Oviedo, y coleccionaba todo tipo de artículos relacionados con el fútbol. El destino le tenía preparado una macabra coincidencia.

Su hija Jenny fue representante de Andorra en el festival de Eurovisión de 2006, con la canción “Sense tu” (Sin ti). Una carambola del destino quiso que su padre perdiera la vida, precisamente, tras un partido del Oviedo contra el Andorra. Jenny reconoce que “estas coincidencias dan que pensar”.

Murió vistiendo la camiseta azul

Más allá del fútbol, Ángel era una persona que se hacía querer y que tenía a su familia como su gran puntal. Era un padre orgulloso de su hija, y un gran aficionado a la música, en especial al rock. Una o dos veces por semana le gustaba ir al cine, pasión que compartía con los viajes.

En unos meses tenía planeado viajar a Atenas, uno de sus grandes sueños que ya no podrá cumplir. Su hija tiene previsto también casarse, y con motivo del enlace su padre iba a viajar a Lanzarote, “pero ya no podrá ser”. Todo acabó para siempre el lunes, tras el que fue su último partido del Oviedo.

Ángel y Jennifer Serrano
El oviedista Ángel Serrano y su hija Jennifer Serrano | España Diario

Ángel siempre se quejaba de los problemas que tenía para subir las escaleras del Carlos Tartiere. “Un día me va a dar un infarto aquí”, solía decir, sin apenas sospechar que sus palabras se harían realidad. “Su corazón era azul, una persona muy querida por todas”, afirma su hija.

"Me queda el consuelo de saber que se fue vistiendo la camiseta de su equipo, con su afición alrededor, feliz", asegura Jennifer Serrano. Gelu, abonado del Oviedo, se había comprado la nueva camiseta con la ilusión de una nueva temporada. Desafortunadamente, el lunes vivió su último partido como oviedista.