Alejandro Jiménez Cruz fue un legionario, natural de Mallorca, que murió en marzo de 2019. Alejandro falleció en el campo de maniobras de Angost, en Algeciras, a manos de su propio sargento, quien le disparó. El chico murió tras el disparo de un fusil HK del calibre 5.56.
Años más tarde, el sargento que mató a Alejandro ha sido destinado al regimiento Palma 47. Tal y como cuenta Juanjo Jiménez, el padre del fallecido, “nos duele que el hombre que mató a mi hijo trabaje cerca de su tumba”.
Además, expresó que “no quiero que esté cerca de él ni en pintura. Cuando me contaron que había venido a Mallorca, cuando supe que no era un error, tuve un puñado de sentimientos encontrados”.
Años después, continúan sin respuestas
Los padres, años después, siguen destrozados y sin respuestas. Reprochan que la Justicia se haya dilatado tanto.
“Llevamos ya tres años esperando a que alguien me explique lo que pasó allí, lo que le costó la vida a mi hijo”. “No voy a juzgar cómo estando pendiente de juicio ha acabado aquí destinado”, añadía.
El padre expresó que hubo “una barbaridad” de “irregularidades”. “Mi hijo llevaba el chaleco antifragmentos caducado. La Guardia Civil ha demostrado que pegándole un tiro a la distancia que se lo dio el sargento, ese chaleco no paraba el proyectil”.
Explicó que “no había personal médico en los ejercicios de tiro y, según la orden de operaciones, los oficiales y suboficiales no participaban con sus armas, sino instruyendo a los legionarios”.
Un caso lleno de mentiras que fueron descubiertas
Los padres de Alejandro siguen insistiendo en que su muerte no fue accidental. A pesar de todos los esfuerzos por tapar el suceso que se llevaron a cabo.
“Un accidente no necesita mentiras. Cuando escondes el fusil, cuando le dices al juez que no has disparado ni una vez y la Guardia Civil recoge siete casquillos que pertenecen al percutor de tu arma... es jodido tragárselo como accidente”.
Con estas palabras expresaba su pesar Juanjo Jiménez. Sentenció manifestando que “lo que ocurrió es que no se estaban haciendo las cosas bien y se inventaron una historia para que cuadre todo y que no parezca que es una negligencia brutal por la cual perdí a mi hijo”.
Siete años y medio de prisión para el asesino
La Fiscalía pide para el autor del disparo siete años y medio de prisión. Además, decretó cuatro años y medio para el capitán.
El juez militar número 23 de Almería procesó tanto al sargento como al capitán, así como a dos tenientes, un cabo y tres soldados. Los delitos por los cuales se le acusaron fueron, entre otros, encubrimiento, deslealtad, obstrucción a la Justicia y desobediencia.
Por su parte, Chari Cruz, la madre, expresó que para ella “el sargento lo mató y los otros lo remataron con todas las mentiras”. La mujer confesó querer preguntarle al asesino de su hijo por qué no confesó desde el primer momento que disparó a su hijo y que no se trató de un mero accidente.
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