Consternación en Asturias por la muerte de dos jóvenes esteticistas en un accidente de tráfico en León. Yolanda Álvarez, de 27 años y vecina de Corvera, estaba a punto de cumplir su sueño de montar su propio negocio. Perdió la vida la madrugada del lunes junto a su amiga Vera, de 33 años.
Las dos amigas, profesionales del sector de la estética, volvían de un congreso celebrado el fin de semana en Madrid. Iban con tres amigos, Carla, Andrea y Killian, que resultaron heridos de diversa consideración. Ahora se recuperan en el hospital, con el hondo pesar de haber perdido a sus dos amigas.
También en Corvera cunde el dolor por la pérdida de Yolanda, hija de una conocida familia de toda la vida. En las últimas horas se han sucedido los mensajes de recuerdo y cariño de sus allegados. La recuerdan como una joven emprendedora cuyos sueños han quedado cortados de golpe.
‘Vuela alto, princesa’
“Vuelta alto, princesa, tanto como lo hacías en este planeta”, dice una de las amigas de la joven fallecida. Como ella, muchos otros jóvenes se muestran devastados por la tragedia que se ha llevado la vida de esta asturiana. “Siempre te dije que llegarías lejos”, lamenta otra de sus amigas.
“Admiraba tu desparpajo y tus ganas de comerte el mundo. Te lo comías a bocados y a veces hasta parecía que tenías prisa, y yo te lo decía que no corrieras tanto”, recuerda este emocionado mensaje para Yolanda. Todos la definen como una joven alegre, con mucha energía para emprender proyectos.
Tenía su propio negocio para hacer trabajos de esteticién y belleza por las casas, y estaba pensando en abrir su propio local. “Estoy feliz porque Carla está fuera de peligro y en shock y desfigurada por dentro. Nunca me tocó vivir la muerte de alguien cercano tan joven y lleno de vida y de luz”, escribió una de sus amigas.
Muy conocida en el sector
La muerte de esta joven esteticién también ha causado gran pesar entre los profesionales del sector. “Yoli, cuando pienso en ti solo me viene a la cabeza la palabra esfuerzo y recuperación, porque eso es lo que tú eras”, expresa un compañero suyo de profesión. Y es que la joven era muy conocida en el mundillo.
El ayuntamiento de Corvera también ha manifestado su pesar por la prematura muerte de esta joven vecina. Su padre había sido trabajador de la vieja Cajastur, mientras que su madre fue maestra en varias escuelas de Oviedo. Eran una familia muy conocida, que ahora reciben el calor de los vecinos.
Trabajaba en Yolinda’s World Eyelash y dicen de ella que era la mejor poniendo pestañas. Con su sonrisa se metía en el bolsillo a sus clientes, y el ir de casa en casa le había hecho muy conocida y admirada. Estaba planeando un viaje por Sudamérica este fin de año, para seguir progresando en su profesión.
Muerte en la carretera
Yolanda y sus cuatro amigos habían vivido un apasionante fin de semana en el congreso de belleza y peluquería en Ifema (Madrid). El domingo tenían que hacer noche en Madrid, pero como trabajaban el lunes decidieron salir por la noche. Sobre la una de la madrugada tuvieron el accidente de coche.
Los que hacen esa ruta suelen parar en la zona de Villamañán para descansar y comer algo antes de reemprender la marcha. Siguieron su marcha por la larga recta que une Villamañán con Santa María del Páramo, en las inmediaciones de la autopista. En ese momento otro coche se los llevó por delante.
Un BMW donde iban dos jóvenes impactó frontolateralmente con el Renault donde iban Yolanda, Vera, Carla, Andrea y Killian. Vera murió en el acto, mientras que Yolanda resultó herida de gravedad y fue trasladada al Hospital de León. Murió doce horas después al no poder superar sus lesiones.
Cuatro heridos
Carla también fue trasladada en UVI móvil al hospital, ya que sufría heridas de gravedad aunque no se teme por su vida. Andrea y Killian fueron trasladados al centro hospitalario en ambulancia, y también se encuentran fuera de peligro. El ocupante del otro coche, un joven de 24 años, sufrió heridas de carácter leve.
La otra víctima mortal del accidente es Vera Feliz, una joven de 33 años de origen dominicano y vecina de Oviedo. Empezó como empleada de un salón de uñas donde aprendió la técinca y ahorró dinero para abrir su propio salón. Tras muchos años de esfuerzo, Tropic Nails se había convertido en un local de referencia.