Jorge Corbacho Mauricio, el bombero en prácticas fallecido el martes en su primer servicio, recibió ayer el último adiós.
Sus compañeros le homenajearon en un acto marcado por el dolor desgarrador. El joven vigués de 25 años murió al ser atropellado durante la extinción de un autobús.
El cuerpo de Bomberos de Santiago de Compostela está hundido tras la trágica pérdida de este joven. Aunque acababa de llegar al cuerpo, se hizo querer en poco tiempo y dejó una profunda huella. Sus compañeros, destrozados, aseguran que nunca olvidarán a Jorge ni su ímpetu vital.
La desgracia cayó sobre un chaval al que definen como una persona fiel y un buen amigo. Mientras, siguen investigando el desafortunado suceso para que nunca más vuelva a ocurrir. “Dolor y cierta incredulidad” es el sentimiento compartido por todos ante la triste pérdida del joven.
Murió el día de su estreno
Jorge Corbacho tenía 25 años, había aprobado la parte teórica y ahora afrontaba las práctica para ser bombero. El martes era el día de su gran estreno. A las ocho de la mañana salió con un retén hacia Aríns, donde se había incendiado un autobús urbano sin pasajeros.
Era una salida aparentemente fácil, pero todo se complicó cuando el autobús cedió y empezó a desplazarse cuesta abajo. El vehículo impactó contra el camión de bomberos dejando a Jorge atrapado. Sus compañeros lo rescataron e iniciaron las maniobras de reanimación.
El joven bombero murió allí mismo, mientras sus compañeros apagaban las llamas que se habían extendido por el entorno. Desde el propio cuerpo reconocen que es la primera vez que ocurre algo así. Un hecho del todo inusual, que sin embargo se llevó la preciada vida de un joven deportista.
Silencio desgarrador en su memoria
Jorge era un apasionado del surf y había hecho de monitor durante varios veranos en el pasado. También le gustaba el atletismo, y en especial las pruebas de velocidad. Su próximo reto era convertirse en bombero, una profesión por la que sentía devoción y que amaba profundamente.
El dolor con el que ayer despidieron al joven vigués demuestra lo querido que era en el parque de Ponteareas. Sus compañeros presidieron el acto de homenaje vestidos con el uniforme. Las sirenas sonaron por todas partes y los crespones negros lucieron en señal de luto y respeto.
Fueron los propios bomberos de Santiago los encargados de llevar el ataúd de Jorge hasta el cementerio. También hubo actos de homenaje y minutos de silencio en Santiago de Compostela. Sus compañeros se quitaron el casco durante el minuto de silencio frente al parque del cuerpo.
Que esto no vuelva a ocurrir
Las autoridades presidieron también la multitudinaria concentración en recuerdo del joven bombero fallecido. El alcalde compostelano, Xosé Sánchez Burgallo, estuvo presente junto a otros miembros de la corporación. También personal de Policía Nacional, Policía Local, Guardia Civil y Protección Civil.
El ayuntamiento ha declarado tres días de luto oficial en señal del “sentimiento compartido de dolor”. “Es un momento muy triste para todos”, afirmó el alcalde, “sus compañeros están desolados y nosotros también”. Además, el edil confirmó que hay una investigación en marcha para aclarar los hechos.
“Es la primera vez que ocurre algo así en 160 años”, afirmó, “no hay grandes dudas sobre lo que ocurrió”. Aun así, mostró su compromiso en “analizar lo que pasó para aprender y que su muerte sirva para mejorar los procedimientos”. La intención es que cosas así no vuelvan a ocurrir jamás.
Jorge salió en ese servicio como bombero en prácticas y, por lo tanto, no tomó parte en las labores de extinción. Estaba solo como observador, pero se vio sorprendido por el impacto del autobús. La principal hipótesis es que la misma acción del fuego desactivó el sistema de bloqueo del vehículo.